Independencia Financiera

Se dice que alguien es financieramente independiente cuando sus ingresos pueden cubrir sus gastos por el resto de su vida, sin tener la necesidad de trabajar para ganar un sueldo

Generalmente, es un punto que se logra cuando tienes los ahorros suficientes para cubrir estos gastos o tienes ingresos pasivos (a través de inversiones por ejemplo) que los cubren y cubrirán a futuro.

En primer lugar, si deseas lograr esta independencia económica, deberás construir un plan claro y establecerte un presupuesto fijo mensual, ajustado a tus necesidades básicas.

Tendrás que conocer con precisión cuánto dinero entra a tus cuentas y cuanto gastas, además es conveniente que sepas específicamente a qué estás asignando tus recursos:

• Comida
• Salud
• Diversión
• Estudios

Todo ello, con la finalidad de que puedas revisar y ajustarlos, maximizando tu ahorro y así poder designar una proporción de tus ahorros a inversiones que te generen ingresos pasivos, que a la larga permitirán que seas independiente económicamente.

Algunos ingresos de este tipo, que pudiesen propiciar tu autonomía monetaria, son:

• Depósitos a plazo.
• Alquiler de propiedades.
• Acciones.
• Bonos.
• Intereses de préstamos.
• Venta de derechos de autor
• Patentes.
• Pensiones.
• Regalías.

Ejemplo de libertad financiera

Supón que obtienes ingresos pasivos mensuales, por alquilar varias viviendas, de 2.000 euros y tu gasto mensual no supera los 1.000 euros.

Además de ello, este ingreso tiene un universo temporal prolongado, sin consideraciones de que pudieses dejar de percibirlos. En este caso, se puede decir que, si no cambian las condiciones, conseguiste tu independencia financiera.